lunes, 30 de enero de 2017

Posavasos, Reto Amistoso 85

Hoy vengo a enseñaros la propuesta con la que participo en  un nuevo reto, en este caso de la mano y organizado por Jen de Little Kimono: el Reto Amistoso número 85.
Es la primera vez que me uno a este enorme grupo de amigas. Como os he contado en otras ocasiones, debido al ajetreo diario, no siempre cuento con el tiempo para poder participar en cuantas cosas quisiera y mi comportamiento es un poco como el Guadiana; que aparezco y desaparezco, pero mi compromiso (hacia mí misma) es intentarlo 😆.
Y ha habido suerte. Supongo que coincidiendo con el perihelio (es el momento del año donde la tierra está más cerca del Sol, me lo han chivado🤓), los astros se han alineado y me han sonreído.
El tema como reza el título de la entrada es: Posavasos. Y estos son los que he realizado para la ocasión.







¡No os podéis hacer una idea la de vueltas que le he dado al tema!... Y ninguno me venía bien por uno u otro motivo; Ganchillo... Ummmm🤔, no: que no sé si me dará tiempo.
Pastas (arcilla polimérica, pasta flexible, porcelana fría, pasta Das, etc.) ... Ahhh🤔, no: que te falta un punto para dominar las masas Yoli.
Hamas... Bueno😌, siempre puedes recurrir a ellas...
Fieltro, goma eva, madera, craquelados, Stencil, washi tape, vitrales, decoupage,... Mira que hay opciones, pues ¡Nada!. Que no encontraba inspiración. 
Hasta que vi los multiples y variados papeles para origami que colecciono, y se encendió mi neurona pensante 💡.
Por una vez he tratado de usar sólo materiales que ya tenía. Y allá voy con la explicación.
Empecé cortando seis piezas iguales de 7,5X7,5 cm. en cartón pluma. ¿Porqué seis? Buena pregunta. Creo que viene de mi época en la tienda de souvenirs: los paquetes de posavasos eran de esta cantidad. Ni cuatro, ni ocho. Seis.


Elegidos los papeles, (también pasaron por la guillotina) los pegué a las bases de cartón con cola para decoupage.


El experimento ha llegado a la hora de decorar los posavasos: un intento de  hand lettering caserillo, que se ha quedado en eso: un intento. 
He buscado información sobre la técnica y materiales; he leido y visto vídeos en YouTube, he creado un tablero en Pinterest...

Y me he dado cuenta, por si aún no lo sabía, que es todo un arte esto de la caligrafía y no todo vale... Y yo soy un desastre escribiendo a mano alzada.
A mí favor diré, que probé a escribir con rotuladores (más sencillo creo yo), pero al intentar dar un barniz protector, las tintas se corrían, y tuve que desistir. Solución: pintar las letras con acrílicas y... Pinceles😵.


Al final se ha quedado en una mezcla de cartel-frase graciosilla-dibujo decorativo.
(Eso sí: pintado-escrito por muá.)
Por detrás un par de manitas de color mostaza y los bordes rematados con pintura dorada al alcohol.


Llevan muchísimas manos de barniz acrílico satinado para protegerlos; tantas que espero que, si llegado el caso se mojaran en exceso, aguanten el tirón 😉.


Estoy segura que el resto de propuestas me van a dejar con la boca abierta, así que me voy a repasar con calma una a una. ¿Me acompañáis? Pinchad en Reto Amistoso nº 85.

Me voy de visita al espacio de Marcela, que este viernes nos deja un gran tutorial con corcho. No dejéis de pasar por su Finde Frugal 158.

Y este es mi certificado de participación



martes, 24 de enero de 2017

Tarta de calabaza

El fin de semana por aquí hizo frío. Y apetecía no salir a mover el cuerpo por el gélido mundo. De modo que aprovechamos las circunstancias para buscar entretenimientos caseros... que aquí nunca faltan.
Atesoraba la última calabaza de la cosecha que nos trajimos del pueblo, allá por noviembre, y ya iba siendo hora de consumirla, o acabaría poniéndose pocha.
Hasta ahora las recetas en casa habían sido básicamente dos: crema de calabaza o una tarta de calabaza que encontré por internet, y que nos gustó bastante. Si os apetece ver las recetas que voy guardando en Pinterest, podeis daros un paseo por mi tablero.



Esta vez me apetecía probar otra cosa y me puse a buscar recetas de galletas, pero no acababa de decidirme y seguí mirando tartas y bizcochos.
Tampoco encontré nada que me entusiasmase. Finalmente, tras haber leído un montón de recetas y casi por descarte, decidí hacer lo que me fuera surgiendo, usando los ingredientes que tenía a mano.
Irene fue mi pinche. Es una gran ayudantilla. Desde que ha aprendido a usar el pelador está como loca por pelar todo lo que cae en sus manos; imaginad una calabaza de casi un kilo😁. ¡Casi babea!
La cosa es que a mí me gusta cocinar y hacer repostería, pero tengo un gran defecto: odio recoger. Y claro, así no hay quien pueda. Al final hago menos cosas por vaguería (y porque ya no puedo hacerle postres a mi mejor, más querido y goloso comensal: mi padre... y eso también desmotiva).
Total, que el fin de semana ha sido propicio y nos pusimos a cocinar, está vez sin receta😌.


Visto el resultado, (por eso estoy hoy aquí) me dije: Yoli, apunta la receta que esto tiene muy buena pinta, no sea que algún día quieras repetir.
Entonces recordé que la buena de Jen, este mes nos proponía el tema "Mi cocina" en el Reto Handmade de su blog Little Kimono; tras consultarle si le parecía bien que me sumara a su propuesta con una tarta casera, y obtener una respuesta afirmativa, decidí que haría esta entrada un tanto diferente para participar (aunque la idea del reto es hacer algo para la cocina, no cocinar 🙄)

Improvisé mucho, pero el resultado fue óptimo. Creo que si alguien se atreve a probar con esta receta, puede escoger el cambiar algunos ingredientes sin que suponga ningún problema.

Ingredientes:
  • 800 gr. de calabaza pelada (se quedan en 400 gr. aproximadamente una vez asada)
  • 300 gr. de harina de repostería
  • 225 gr. de azúcar ( la mitad aproximadamente mascavado)
  • 4 huevos (tenía tamaño L)
  • 200 cl. de aceite (girasol o oliva 0,4º)
  • 125 cl. zumo de mandarina (no tenía naranjas)
  • 15 gr. de levadura (un sobre)
  • 25 gr. de chisps de chocolate
  • 50 gr. de Candy Melts sabor naranja
  • 25 gr. de pipas de calabaza (opcional)
  • Canela y gengibre en polvo 
  • Mantequilla
  • Colorante rojo y azúcar glas. Ambos para decorar.
Cocinado:

Lo primero es hornear la calabaza pelada y cortada en trozos a 180ºC; espolvoreada con canela, un poco de jengibre y unos trocitos pequeños de mantequilla por encima, hasta que esté asada (20-25minutos). Triturar y reservar.

Empezamos batiendo los huevos y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea. Como el azúcar mascavado que le puse es de color tostado, adquiere ese tono. Seguimos incorporando el aceite mientras batimos y a continuación la calabaza asada ya triturada.
El zumo de mandarina es lo último que añadiremos mientras batimos.

Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla anterior y lo vamos mezclando con movimientos suaves y envolventes. Por último incorporamos el chocolate, las pipas y los Candy Melts.

Vertemos la masa en un molde (el mío es de 25 cm de diámetro) previamente engrasado y enharinado. Aquí es donde yo le puse unas gotas (salteadas) de colorante rojo por encima y lo moví con un tenedor superficialmente para hacer ondas aleatorias y decorativas (este paso es totalmente prescindible. Se aprecia superficialmente y al partir la tarta). Introducimos en el horno (ya caliente de haber asado la calabaza) a 170/180ºC con calor arriba y abajo, (sin aire) durante aproximadamente 60 minutos... (O hasta que el palillo de toda la vida salga seco😜).


La tarta de calabaza ya estaba terminada, pero decidí decorarla un poco con azúcar glas y una plantilla de estarcir que nunca había usado (a lo "tarta de Santiago"... pero en modo rústico total).




Sólo restaba degustarla.🍽


Me voy a llevarle mi tarta a Jen y visitar el resto de propuestas que se hayan sumado ya. Si te apetece participar tienes hasta el día 15 de febrero para sumarte a este Reto Handmade de Little Kimono tan divertido.
No quiero irme sin agradecerle  a Jen, que nos regale tutoriales maravillosos que nos enseñan (a personas torpes como yo, con las nuevas tecnologías) a mejorar nuestros espacios. Visitad su blog y seguro que os quedais. Gracias por tu generosidad Jen.

Buen provecho.

miércoles, 18 de enero de 2017

Patucos y cadenita para chupete

Vega llegó preciosa y sana hace unos meses...
Le monté una cajita de pequeñas cosas útiles para ella y su mamá: pañales, gasas, crema, jabón, juguetes tipo sonajero en formato calcetín y pulsera... 
Más artesanal, le hice unos patuquitos de ganchillo y sabiendo que la peque usa chupete, monté una cadena para éste con piezas de silicona hipoalergénica cola de ratón y un clip que compré a Erik y nunca usé.


Os dejo más abajo la plantilla que usé para los patucos por si os sirve el esquema.
Últimamente me enrollo mucho con las entradas, esta va a ser light.


La suela la hago doble. En este caso en rosa. Al unir ambas piezas, he usado un algodón morado para que hiciera contraste.


Los patucos están hechos con el algodón beige y hebra metalizada que usé para arreglar el vestido de Frozen y que podéis ver aquí.
El patrón es de la revista Drac serie ganchillo nº 57011.


Quiero acabar la entrada enseñándoos el premio que recibí de manos de Isabel a principios de diciembre como ganadora del sorteo que organizó en su blog Alromasar con motivo de su cuarto aniversario.


No sabéis con qué ilusión abrí mi regalo. Todo tan bien cuidado que daba pena estropear el paquete. Además del cuadro vintage que había ganado, Isabel incluía una carta cariñosa y muchos y pequeños detalles que poder usar en proyectos de scrapp. Simplemente una delicia. No dudéis en visitar su espacio porque seguro que os enamora. Trabaja la madera como pocos, y es multidisciplinar. Ninguna técnica manual se le resiste, siempre te sorprende y es generosa y amable en palabras hacia los que tenemos la suerte de contar con ella entre nuestros seguidores.
Gracias Isabel.

Hasta aquí por hoy.
Me voy de visita a casa de Marcela y su finde frugal
A ver si saco un ratito uno de estos días para agradecer un nuevo premio amistoso que he recibido.
Feliz semana para todos.

miércoles, 11 de enero de 2017

Cambio de look, renovar o morir

Hoy, después de mucho tiempo vengo con un trabajo de manualidades propiamente dicho, y del que me siento súper orgullosa.
Es una mezcla de técnicas y materiales para renovar un mueble auxiliar y darle un aire diferente al que tenía de inicio.

Con la llegada del nuevo año vengo con la pila recargada (aunque no sé lo que durará), y me sumo a mi segundo reto, esta vez de la mano de El Refugio de Lirtea en el Reto Mensual Bloguer@s.

El tema escogido por la anfitriona: RENOVAR, da cabida a mil y un proyectos, y espero estar a la altura del resto de propuestas con el cambio de look que le he dado a esta pequeña estantería.


La gran metedura de pata es que no os puedo enseñar el antes porque no hice foto...😱 Pero os lo lo cuento porque es muy sencillo de imaginar: sólo he cambiado el aspecto de las tablas (estaban en color madera Haya barnizada. He intentado buscar la imagen en la tienda online de origen del mismo pero no la he encontrado). La forja sigue sin retoque alguno, por expreso deseo de la propietaria.

Esto comenzó a mediados de septiembre.
Sí. Ya lo sé. Ya ha llovido (en algunas regiones no tanto que andamos con la contaminación y las restricciones de circulación a vueltas)... 

Aure me pidió que le diese algo de color a las tablas de madera de un mueble que había comprado, pero que no le gustaba mucho. Creo que ella tenía en mente algo más sencillo, pero la libertad que me otorgó para hacer lo que me diese la real gana apeteciera, tiene sus ventajas e inconvenientes 😇.

Por aquel entonces hice un taller gratuito en Leroy Merlín de la mano de Delanina (una mujer excelente, pasad por su blog para ver sus fantásticos trabajos) y aproveché para hacer acopio de pinturas acrílicas efecto tiza de la marca Xylazel®. Normales. Para usar con pinceles. Sin Spray. Que ya sé que ahora son lo más (me refiero a las pinturas en spray) y parece que el resto de pinturas han dejado de funcionar... pero no. Hay mundo más allá de las Chalky Paint en spray 😎.
(Bueno, bueno... Que soy de carne y hueso, he picado y también tengo un par de esos sprays para probar, y espero hacerlo pronto 😬).
Los colores escogidos son rosa porcelana, blanco antiguo, azul pastel y verde laurel.
Es posible que no se aprecien diferencias en las imágenes porque todos ellos son tonos muy pálidos.
Como estas pinturas no necesitan imprimación o tratamiento previo de la madera para fijarse, son muy prácticas.
Un par de manos por color y tabla y lija mediante (para decapar y sacar la veta en algunos puntos de la madera y darle ese toque envejecido) y ya estaban las tablas preparadas para meterles mano🖐. 

Entre unas cosas y otras ya habíamos llegado a octubre y la Feria Creativa.
¡Uy! Aquí ya sabéis lo que suele pasar: a comprar como loca: servilletas, papel de arroz, papeles preparados con imágenes de transferencia, pinceles, ceras, lazos, puntillas, plantillas para estarcido... Y una novedad para mí: rotulador "Original Tranfer" que transfiere las imágenes elegidas (en modo espejo e impresas en láser) sobre cualquier superficie porosa (en madera barnizada no funciona, que lo he probado). Así, sin mucha chicha. Sin colas ni ná de ná más: la imagen boca abajo donde queremos transferirla, pasamos el rotulador y ejercemos presión sobre el papel con un palillo de madera (de los que usan los médicos para mirar gargantas... ¡Diga aaaahhh!), Y al levantar el papel... ¡Magia! La imagen ha quedado grabada.
(Es una variante más sofisticada de usar el disolvente de toda la vida a cascoporro, creo yo🤔.)


Y es el método que he usado en varias imágenes de distintas tablas.

Hecho el acopio, sólo quedaba meterle mano a la decoración.
Y éste es el resultado tras miles de idas y venidas, dudas y montajes previos.


La tabla azul pastel está decorada en su mayor parte usando imágenes transferidas con el rotulador mágico. Como toque unas letras y la cenefa floral en estarcido. Es sin duda la tabla más recargada. Para terminar un mínimo de tres manos de barniz acrílico satinado "aquavarn de innspiro®" para proteger el trabajo e integrar las diferentes texturas (lijando suavemente entre capas para que el resultado sea óptimo).


Pasamos a la verde laurel. En ella convergen las técnicas anteriores, con dos rosetones de stencil y algunas transferencias de rotulador y los transfer realizados con el método de siempre: cola para transferencias, alkil, mod podge o aquello que uses normalmente para pegar el papel con la imágen deseada y presionar hasta que éste quede bien adherido a la superficie y sin burbujas. Esperar el tiempo estimado por el fabricante de la cola, para que seque adecuadamente y empezar a retirar suavemente la celulosa humedeciendolo poco a poco, hasta que no queden restos de papel y se vea con nitidez la imagen impresa. Hay muchos tutoriales de la técnica por la red. Sin ir más lejos la anfitriona de este reto, Lola, tiene unos fantásticos que os detalla los pasos a seguir para conseguír una transferencia con éxito. Podéis verlos AQUÍ y AQUÍ.
Las capas de barniz que no falten.


Llegamos a la tablilla pintada en rosa porcelana. La novedad es la incorporación de decoupage con dos motivos de servilletas. Las bicicletas, que me chiflan y una libélula.
Antes de pegar las servilletas, les paso la plancha caliente por encima (sin vapor, y protegida con un papel de cocina u horno) para disimular lo máximo posible los bordes punteados que tienen.
Más stencil y transferencias para rematar.


El final llega con la tabla en blanco antiguo. El estarcido con una plantilla tipo panal de abeja y en tono verde claro aguacate está hecho previo a empezar con la decoración.
El sobre color ocre es un resto de aquél papel especial de decoupage que usé para decorar la caja de madera que podéis ver AQUÍ; y la imagen de los pajaritos en una zarza es papel de arroz.
Dudé si sombrear algunas zonas con pátinas, pero finalmente me decanté por dejarlo tal cual porque me parecía más luminoso el resultado.
Sin duda es la tablilla que más capas de barniz lleva, porque me costó integrar los distintos materiales y que no se noten los bordes de los mismos al pasar los dedos.
Una vez montado el mueble luce así.


Os dejo algunas imágenes con distintos motivos







Regreso a la excusa para dejaros esta entrada, que no es otra que mi participación en el Reto Mensual Bloguer@s. Con el nuevo año se ha modificado la imágen y logo del reto, pero no la esencia. Os emplazo a visitar a nuestra anfitriona y el resto de propuestas pinchando AQUÍ.


Hasta aquí, todo por hoy. Os dejo con la imágen que me han hecho llegar de la estantería ya colocada en su hogar.
Y con este auxiliar, me voy de visita a casa de Marcela, que está de vuelta con su Finde Frugal
Otro día más y mejor... O eso espero.





domingo, 8 de enero de 2017

Pendientes y anillo Swarovsky

Antes de retomar la rutina tras los estragos del periodo navideño🎅, os dejo un pequeño conjunto de bisutería improvisado.
El anillo buscaba dueña desde hace un tiempo, y con unos restos de tupis, he hecho unos pendientes. Todo ello para tener un pequeño detalle de agradecimiento.
Juego sobre seguro porque la adjudicataria en cuestión luce este tipo de trabajos; Espero acertar con la elección.




Y en breve, vuelvo con mi segundo reto😁.
Os espero.