Felicidades Papá

Hoy hago un inciso en las entradas normales, para desearle un feliz día a todos los papás del mundo, los Pepes, Pepas y Josés...
Y a mi madre Josefina, que hoy además del santo, cumple 84 añazos como una campeona.
A mi padre, al que echo muchísimo de menos y por supuesto al papá de Irene y el pequeño que viene en camino.
El planteamiento de esta entrada ha surgido un poco de casualidad, pero me apetece compartirla

Hasta ahora siempre le hemos hecho una manualidad al Papá de Irene para celebrar este día; y este año no iba a ser menos. Tanto más porque ella ya participa de forma activa en todas las tareas que se plantean a diario.
Empezamos hace un mes. Ya sabéis que las cosas de palacio van despacio, y si además lo planteas como un juego... todavía más. Este es un pequeño homenaje al proceso que hemos seguido en distintos días.
Decidí aprovechar la ocasión para "cocinar" plastilina casera junto a Irene. Hay muchas recetas circulando por internet, así que no invento nada. Harina y/o maicena, sal, agua y colorante alimentario. Le añadimos vaselina y aceite de almendras para que el resultado fuera más cremosos y tuviera un olor agradable.

Quizá no sea una "sopesa" porque Irene le ha ido narrando todo a su papá; Que ha utilizado una "cuchada", que hizo bollitos de color "asul", que puso su mano así... que puso su pié así, que usó "pintudas", que huele "femomenal" y que también hay un "callito del hermanito".
En fin, que la sorpresa sólo será a medias, porque lo de guardar "cecretos" a la edad de dos años es muuuuuyyyy complicado.
Las fotos son rápidas y con el móvil; Pero es la manera de hacer partícipe hoy a Jaime de lo mucho que disfrutamos en estos ratitos, del amor que le hemos puesto... y todo sea dicho de paso, porque se lo merece: es un padre maravilloso.

Primero "cocinamos", y de paso llenamos  todo de harina

 Después metimos las manos en la masa y ¡Cómo disfrutamos!

Cuando más o menos teníamos el punto de la masa...

Partimos la masa en cuatro para añadirle las "pintudas".

Aquí fue un poco complicado mantenerla alejada de la masa. Ella ponía los colores y yo amasaba, hasta conseguir los colores que veis.

 Y una vez que tuvimos la plastilina, venía el proceso de crear pasteles, tartas y bollitos.

El resultado ha sido este:
Por delante

Y por detrás le ponemos fecha... por aquello de recordar, cuando algún día volvamos la vista atrás

 Y colorín colorado, la aventura ha terminado; poniendo una "maiposa al regalito"

¡FELICIDADES PAPÁ!