caja de pinzas

Una de las facetas más satisfactoria de hacer manualidades es poder dar un uso o empleo a las cosas que se fabrican; y esto es una de ellas.

Hace tiempo en su blog, Soraya publicó una una entrada donde hablaba de un recurso sencillo y económico para facilitar que los niños aprendan los colores y a la vez trabajar la psicomotricidad fina, y esta es mi versión.

No es un trabajo habitual o decorativo porque no era el fin.

Sacando ratitos fui haciendo esta caja que os enseño hoy. Es de cartón. Los lados están pintados con los colores que también tienen las pinzas. Son colores acrílicos. Tiene dos laterales exactamente iguales y dos diferentes  en los que he intentado intercalar los colores que no están repetidos.

La tapa y el interior están forrados con tela adhesiva y washy tape. Los gatos son la aportación última de Irene.

Las pinzas llevan escrito su color para que mientras juega se vaya familiarizando con su grafía y el acabado es un barniz satinado también acrílico.

No ocupa mucho ya que las pinzas se guardan dentro y queda una caja resultona.

Además espero que llegue en buen estado para que en su momento Erik juegue con ella.