martes, 15 de diciembre de 2015

Patucos Erik

Durante la espera de Erik me hubiese encantado hacer mil cosas. Pero la realidad fue otra. No tenía mucho tiempo y ninguna gana; y con esa perspectiva poco se puede hacer. Sin embargo me obligaba a sacar pequeños momentos para hacer algún trabajo que pudiera tener el peque cuando naciera... La toalla con su nombre todavía está pendiente. Y es que ya se sabe: en casa de herrero...
Al final terminé estos patucos.
Como nació muy chiquitin no se los pude poner hasta septiembre... Pero fue una satisfacción muy grande ver sus pies jugando al gato y el ratón.


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